En la primera visita se realizará una entrevista y una valoración física exhaustivas para determinar el origen de los síntomas y los factores que influyen en ellos.
La mayoría de los pacientes han visitado a un médico antes de que les deriven a fisioterapia. Se les habrán realizado diversas pruebas diagnósticas como análisis sanguíneos, radiografías, escáner (TAC), resonancia magnética (RMN), etc. Si fuesen necesarias algunas pruebas adicionales, contactaría con su médico.
Si usted no viene derivado por un médico y hay una mínima sospecha de que sus síntomas no son musculoesqueléticos será derivado al especialista que corresponda (maxilofacial, neurólogo, otorrino, odontólogo). Debe tener la tranquilidad de que le realizaremos una serie de preguntas “especiales” y estudiaremos el comportamiento de sus síntomas antes de decidir si el tratamiento de fisioterapia es la mejor opción para su afección. En el campo del dolor orofacial es imprescindible trabajar dentro de un equipo multidisciplinar.
Una vez determinada la fuente de los síntomas le planificaremos su tratamiento, las técnicas que podemos usar son:
Técnicas de movilización articular
Técnicas para los tejidos blandos
Masaje
Estiramientos
Técnicas neuromusculares
Técnicas neurodinámicas
La intensidad de la técnica se adapta al grado de irritabilidad de los síntomas del paciente, respetando el umbral del dolor en situaciones agudas y muy dolorosas.
Electroterapia analgésica
Ejercicios activos y de control motor
Drenaje linfático manual tras cirugía
Vendaje neuromuscular (kinesiotaping)
Tratamiento invasivo del dolor miofascial, punción seca